
Cómo aprenden nuestros hijos
La respuesta es fácil. Nuestros hijos aprenden igual que nosotros, y nosotros
aprendemos como lo hacen todos los demás seres vivos.
Existen dos maneras de aprender. Por asociación entre
estímulos o mediante las consecuencias de nuestros actos.
La más importante para nuestros propósitos es esta
última. Realizamos una actividad, y si ésta obtiene el premio que pretendemos,
la repetiremos con más frecuencia.
Si
no lo obtiene o si es castigada de alguna forma, no la repetiremos más.
Lo importante, pues, es el reforzamiento o premio. El premio puede
ser un beso, un abrazo, una caricia, o un “Bieeen”; nunca algo que se pueda
comprar. Porque...
Para que dicho refuerzo sea eficaz ha de ser:
-Inmediato, es decir, dos o tres segundos más tarde.
Para que dicho refuerzo sea eficaz ha de ser:
-Inmediato, es decir, dos o tres segundos más tarde.
- Frecuente: Cuantas más veces reforcemos una respuesta, más
fuerte se hará y más resistente a la extinción
-Contingente. Debe relacionarse
directamente con la conducta.
Estrategias
y técnicas para facilitar el aprendizaje
a) Instigación verbal: Le explicamos qué es lo que
queremos que haga. Es importante reforzar la conducta tras su realización.
b) Modelado: El niño contempla la conducta de un modelo. Luego él hace
b) Modelado: El niño contempla la conducta de un modelo. Luego él hace
lo mismo y nosotros lo premiamos.
c) Encadenamiento: Se emplea para enseñar conductas difíciles, que
tendremos que dividir en partes más pequeñas.
c) Encadenamiento: Se emplea para enseñar conductas difíciles, que
tendremos que dividir en partes más pequeñas.
Si para enseñar una conducta, ésta ha de ser
reforzada, para eliminarla o reducirla, debemos retirar el refuerzo que la
mantiene. La mayoría de las veces se consigue no prestando atención al
comportamiento. Si esto no da resultado, existen otros procedimientos, como
1.- El tiempo fuera de reforzamiento positivo.- Consiste en enviar al niño durante unos cinco minutos a un lugar (su cuarto) donde no pueda recibir ningún tipo de reforzamiento.
2.- El coste de respuesta.- El niño pierde alguno de los privilegios que tiene (no ver su programa favorito) o es obligado a reparar lo que ha estropeado con su comportamiento (recoger los juguetes que ha tirado por el suelo).
3.- La sobrecorrección.- Consiste en practicar de forma repetida la conducta que queremos enseñar.
4.- La estimulación contingente a la respuesta.- Cada vez que realiza la conducta que pretendemos eliminar, lo castigamos de alguna forma, por ejemplo, marchándonos a otro lugar.
1.- El tiempo fuera de reforzamiento positivo.- Consiste en enviar al niño durante unos cinco minutos a un lugar (su cuarto) donde no pueda recibir ningún tipo de reforzamiento.
2.- El coste de respuesta.- El niño pierde alguno de los privilegios que tiene (no ver su programa favorito) o es obligado a reparar lo que ha estropeado con su comportamiento (recoger los juguetes que ha tirado por el suelo).
3.- La sobrecorrección.- Consiste en practicar de forma repetida la conducta que queremos enseñar.
4.- La estimulación contingente a la respuesta.- Cada vez que realiza la conducta que pretendemos eliminar, lo castigamos de alguna forma, por ejemplo, marchándonos a otro lugar.
5.- Reforzamiento diferencial de conductas incompatibles.-Consiste
en reforzar comportamientos adecuados que no pueden darse a la vez que el no
deseado.
La Disciplina familiar 1.-
¿Cómo debemos actuar?
-Implantando RUTINAS.
-Creándole HÁBITOS.
-Estableciendo NORMAS.
-Poniendo LÍMITES a su comportamiento.
2.- ¿Cómo
enseñar a nuestros hijos la disciplina?
Desde
pequeño tienen que ver en nosotros el cumplimiento de las reglas acordadas. De
igual forma tienen que ver que somos los primeros en cumplir lo que decimos.
Ello lo podemos llevar a la práctica de diferentes formas:
-Acordar
y cumplir horarios para hacer la tarea, jugar y colaborar enlas tareas de casa.
-Enseñarles a hacerse cargo del orden de sus cosas e
-Enseñarles a hacerse cargo del orden de sus cosas e
-Invitarlos
a hacerse responsables de undeber en la casa para que cooperen con la familia.
DEBEREMOS EVITAR:
- Aplicar las reglas con excesiva rigidez o
según el humor o la conveniencia de quien las aplica.
-Tratar de manera opuesta situaciones iguales o
parecidas. No es correcto que un mismo comportamiento a veces se apruebe y a veces
no. Esto suele confundir a los niños. Por ejemplo, cuando dice palabrotas les
“reímos la gracia”, pero le castigamos si nos la dice a nosotros o en ambientes
más formales.
3.- ¿Cómo crear hábitos?

4.- Establecer normas
Para que los niños sepan obedecer es necesario establecer unas reglas
o normas familiares. Los niños han de tener claro:
-Qué
se espera de ellos
-Qué
pueden esperar cuando siguen las reglas.
-Qué
sucederá si no lo hacen.Se han de establecer unos límites bien puestos, lo que
supone:
1. Dar órdenes simples, de una
en una, asegurarse de que comprenden lasreglas.
2. Incluir las razones que
motivan el límite.
3. Establecer las consecuencias
si el límite es ignorado.
A la hora de establecer los límites hemos de tener en cuenta que:
-Deben ser apropiados y razonables.
-Debemos asegurarnos de que los límites se pueden cumplir
-Es imprescindible ser coherentes, ir los dos a una.
�.-
Establecer reglas impersonales de manera que cuando surja el conflicto, sea
entre la regla y el hijo, y no entre el padre y el hijo.
5.-Instaurar el Rol adecuado.
Los humanos solemos comportarnos de manera
diferente según el grupo en el que nos encontremos. Hay niños que son los
alumnos perfectos en el colegio, mientras que en casa, los padres no pueden con
ellos. Y eso ocurre, principalmente, por el papel o rol que se le ha hecho
creer. Es necesario, pues, tener mucho cuidado en instaurar en nuestros hijos
el rol que nos conviene. Para ello, debemos:
- Calificar su comportamiento, no su condición. Podemos decirle “hoy no me ha gustado tal comportamiento” y no, “eres un niño muy malo”.
-No comparar con los hermanos ni con otros familiares.
-Decirle a menudo lo orgulloso que estamos de él y de su comportamiento.
- Calificar su comportamiento, no su condición. Podemos decirle “hoy no me ha gustado tal comportamiento” y no, “eres un niño muy malo”.
-No comparar con los hermanos ni con otros familiares.
-Decirle a menudo lo orgulloso que estamos de él y de su comportamiento.
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